La primera vez que pensé hacer una
entrada sobre el herrerillo (al principio de la primavera), me
imaginé que lo titularía “el simpático herrerillo”.
La primera impresión que dá, es esa,
simpático, atrevido, curioso. Hizo el nido en un pequeño hueco y
fueron semanas de mucho trajín.
Según avanzaba el verano pensé
nuevamente en hacer una entrada, pero en esta ocasión el titulo
seria “el puñetero herrerillo”.
Siempre que veía alguno, era posado en
una fruta y además picándola, como si fuera un rabilargo.
Al final le dedico la entrada al (Parus
caeruleus), pero no le pongo ningún calificativo, pues quién se
resiste a esa mirada, aunque sé que terminará comiéndose el higo
que tiene en sus patas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario