Elegimos recorrer el litoral
desde Tarifa a Trafalgar, aprovechando que estábamos mas o menos
cerca.
Ver la otra orilla tan
cerca, tan nítida, sólo por eso merece la pena venir hasta Tarifa.
Lo que me gusta de la costa
de Cádiz es que aún no llegó el urbanismo salvaje de otros
lugares.
Caminar por estas playas me
deja sensación de bienestar.
Pude fotografiar
chorlitejos,
conchas fosilizadas
pero también otras aves
conocidas
Al atardecer fuimos al faro
de Trafalgar para ver la puesta de sol
y quizás soñar con hacer
un viaje en un velero.
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