Llevaba tiempo Javier queriendo plantar
un árbol como homenaje-recuerdo a Gachi, y no terminaba de
encontrar cual podría ser, hasta que de repente lo vió. Era uno
que llevaba más de un año en su casa, en la puerta del invernadero,
y se trata de una encina.
No levanta ni dos palmos, pero la
semilla (la bellota) la había plantado Gachi después de recogerla
en la dehesa, posiblemente este día.
Ayer nos convocó a los amigos para
plantar la encina, y el sitio elegido por él para que este árbol
crezca, es un magnífico lugar, cerca de la casa , y con vistas
espléndidas.
Al otro lado del charco, estaba Fela y
el resto de la familia de Gachi, muy pendientes de lo que estábamos
haciendo, y los tuvimos muy presentes a lo largo de toda la tarde.
La tarde se fué apagando y nosotros
nos marchamos, pero quedó la encina de Gachi