viernes, 15 de junio de 2012

MIS VECINOS LOS GORRIONES


Hacia finales del mes de abril, un día a eso de las tres de la tarde, escuché a un gorrión que, en un tejado vecino, piaba de una manera lastimera, y pensé que habría perdido a su pareja.

Tres días después observé que había una hembra con él.

Y seis días mas tarde, la sorpresa. A sólo unos cinco metros de mi dormitorio, estaba ocurriendo, la pareja se consolidaba, y en los días sucesivos fuí testigo de más contactos.

Todos no fueron tan armoniosos. Alguno fué algo patoso, y en otros parecía algo violento.

Cuando me fijé de nuevo en la pareja, estaban en pleno trabajo de alimentar a la prole. Al principio insectos, para pasar mas tarde a otros alimentos.


Desde la primera vez que ví a los pollos, me parecieron muy exigentes, un poco tiranos, bueno, como todos los bebes.


Ayer por la tarde, observé que el macho y la hembra estaban buscando a los pollos, que no se les veía ni oía. La angustia de la primera salida nocturna de los hijos adolescentes.

Hoy, hacia medio día, ví a uno de los pollos y a la madre, que intentaba que fuera detrás de ella. Cuando por fín arrancó, salió del patio, cruzó la calle y se fué en dirección a unos huertos próximos.


3 comentarios:

  1. Muy buena¡. Secuencia muy trabajada. Adelante.

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  2. Me ha encantado esta historia. Espero que sean felices y coman...muchas lombrices!
    Bego

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  3. Es como un cuento en pequeñas fotografías. Tiene su prólogo, nudo y desenlace. Las fotografías son inmejorables.

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