jueves, 19 de diciembre de 2013

ERITHACUS RUBECULA

Ayer cuando caminaba, absorto en mis pensamientos, atravesaba una zona de matorral, y me pare en seco sin saber porqué. Fijé la mirada en el arbusto que tenía enfrente, y allí estaba, un petirrojo, que me miraba, quieto, y sin aparente temor hacia mí
Cojo la cámara de la mochila con mucha calma, y el pájaro sin movere.
  
Miro por el visor, ajusto la velocidad, y empiezo a hacer fotos.
 El petirrojo empieza a saltar y a dar vuelos muy cortos, de un arbusto a otro, pero sin alejarse de mí mas de tres metros.
Todos los pensamientos se esfumaron en un momento. Aquél pequeño me había alegrado el día, y me vino a la mente la oda que Sammy había dedicado al petirrojo hacía unas semanas.
Apagué la cámara, la puse en la mochila y seguí mi camino, pero ahora con un renovado ánimo, que hacía quince minutos no tenía.


 http://avesdelavera.blogspot.com.es/2013/10/elogio-al-petirrojo.html

2 comentarios:

  1. Fotas bonitas de un pájaro simpatiquísimo, y muy bien contada la experiencia. Hacer lo normal especial es el secreto de la vida.

    Abrazos
    Dave & Sam

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  2. Ante esta comentario que ya tienes no puedo decir nada más que, estoy totalmente de acuerdo

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