viernes, 5 de junio de 2015

CABO DE GATA


Este año cambiamos nuestras vacaciones, tradicionales al norte, por la costa del sur.
Elegimos el Cabo de Gata porque nos lo ponderaron mucho todos los amigos, y yo, que la playa me produce urticaria, tengo que reconocer que es una zona que tiene espacios muy interesantes.
 
Nos alojamos en Las Negras, pequeño núcleo urbano muy acogedor. Solo hay viviendas de dos alturas, una sola tienda, y muchos bares (somos el país de los bares). Y no hay ni una oficina bancaria.
El nombre le viene al lugar por las arenas negras y las rocas negras, que supongo se deberá a un pasado volcánico.
 
En contraste con el negro, está el blanco de la cal, que aflora por casi todas partes, dando al visitante recién llegado, la impresión equivocada de un lugar inhóspito, árido, casi desértico.
 
 
Nos dedicamos a recorrer la costa, usando el coche lo menos posible.
La mejor playa nos pareció la de Los Genoveses, amplia, de arena fina y que no está urbanizada, y ojalá dure mucho tiempo así.
 
 
Las Negras y su entorno es completamente distinto, pues no hay playas abiertas, solo calas y con poca arena, por lo que es mas tranquila y con menos turisteo, el sitio ideal para los que recalcitrantes buscadores de la tranquilidad, como yo.
Y toda vía mas marginal es la cala de san Pedro. Es necesario andar casi una hora para llegar a la cala. Es un paraje que en tiempo tuvo otra vida, porque hay restos de una torre de vigía, y algún viejo edificio de uso agrícola. Pero hoy hay un asentamiento de personas que buscan una forma de vida alternativa. En el pueblo les llaman despectivamente los jipis, pero de mis dos visitas al lugar solo puedo decir que me parecieron personas muy respetuosas con el espacio que habitan, pues por ejemplo, no ví basura tirada por ningún lado. El único problema es que en el fin de semana las lanchas neumáticas de la zona se dedican a llevar a los del turisteo, y esos si que dejan suciedad y ruido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario